del «beijo», del «hôn», del «öpücük», del «embrasser», del «kiss», del «bacio», del «bučinys»…, en definitiva…
EL AÑO DEL BESO.
Quizás, sólo quizás.
Desprenderse de todo el peso y aligerar.
Desenredar los hilos, desdibujar.
Rendirse al beso sin condiciones.
Rendirse al beso, incondicional.
Quizás, sólo quizás.
A tod@s nos gusta que nos besen, a tod@s nos gusta besar y un beso casto o un beso pasional es algo tan simple como un choque de trenes. Dos individuos que se tropiezan, que se encuentran, que interfieren…, el uno en la vida del otro y viceversa, no hay más.
Por eso quiero lanzar al espacio un beso que diga:
Dame una milésima de segundo y te doy un beso, dame dos y te daré el doble, dame un año y te daré la vida…; pero dame tiempo. Si no me das tiempo no te puedo besar, si no te puedo besar no me puedes sentir…, pero ten por seguro que aunque ya no me puedas sentir, jamás vas a olvidar nuestros «choques de trenes».
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